Diario de abordo
Partimos de Guadarrama con viento de poniente, la tripulación parece ansiosa y entusiasmada por el viaje que se avecina.
A media mañana atracamos en el siempre placido Hayedo de Montejo. Robles, hayas y sabinas centenarias nos esperaban, ya sin hojas, junto a la orilla del rio Jarama. Durante el paseo vimos un águila real y varios ejemplares, junto al camino, de hayas jóvenes que apenas levantaban un palmo del suelo.
De nuevo en ruta, con el ánimo alto, recabamos en el centro de interpretación del parque de Riaza. Ginkanas y juegos nos han preparado para el último trayecto hasta el albergue.
Con todo a favor nuestros chicos y chicas están ya en sus habitaciones preparándose para la exploración nocturna.
Hasta mañana.