Saludos:

Por fin hemos llegado al albergue y hemos desempacado las maletas. Tras muchas preguntas de «cuánto falta», «que vamos a hacer ahora» los senderuelos comienzan a reconocer el pueblo y a mimetizar sus espíritus con la paz ambiental. En realidad se están portando fenomenalmente. Hemos disfrutado del singular Hayedo de Montejo, que en esta época del año está exuberante, y sus centenarios robles y tensas hayas nos han arropado con su sombra, haciendo la visita algo más fresca. ¡Qué placer pasear por un bosque! Después hemos visitado la casa de interpretación del parque donde hemos conocido los secretos que hacen este sitio tan especial.

Esta noche, jugaremos a un cluedo ambiental por el pueblo, promete ser divertido.

Dejamos unas imágenes del día.

Os seguiremos contando mañana.