Ya estamos instalados en el Albergue de Valdevacas. El día ha sido intenso, con un viaje bastante rápido y una interesantísima visita al Museo del Ferrocarril de Aranda de Duero. Es admirable que un equipamiento como ese se sostenga prácticamente por el empeño y la pasión de los integrantes de una asociación. Después nos hemos acercado a Aranda de Duero y hemos paseado por su casco antiguo. Pese a ser lunes, la ciudad está llena de gente, posiblemente debido a las Edades del Hombre.
Por la tarde, llegamos al albergue, paseamos por el pueblo (pequeño pero encantador), subimos al Mirador y hemos preparado algunas de las actividades para los próximos días. Tras la ducha, estamos dispuestos para la cena y las actividades que nos tiene preparado el equipo educativo.
Os seguiremos contando las peripecias de este grupo, reducido pero muy muy activo. Un abrazo,
Andrés Bermejo.