Esta semana fue muy especial. Llegaron dos grupos al albergue, lo que supuso cambios de ritmo de trabajo desde la cocina hasta la lavandería. Sin duda alguna fue una de las mejores semanas y los alumnos que nos visitaron llegaron llenos de entusiasmo. El primer día ya estaban listos y peinados a las 8 de la mañana, cuando todavía no había ni llegado el personal de cocina.
Son los alumnos que más fauna han visto, jabalíes, corzos, buitres, halcones, águila calzada, culebras, mariposas nocturnas, etc.
El segundo grupo no olvidará nunca la imagen del alimoche en la puerta de su cueva vigilando el cañón y las explicaciones de esta curiosa ave carroñera, que está en grave peligro de extinción y que, durante el invierno, emigra a tierras africanas.
También fueron los que probaron la primera tormenta del verano. Después de comer llovió muy fuerte y tuvimos que cambiar las actividades de exterior por unos talleres de reconocimiento de semillas, plumas y maderas que gustaron mucho a todos, incluso el personal de cocina prestó atención a las clases.
La novedad llegó también con la llegada al albergue de más material educativo y entre los bultos, una flamante mesa de pinpón que no tardaron los chicos en estrenar, entre la mesa y el frontón, los más deportistas hicieron buenas ganas de comer. Sin lugar a dudas este grupo también fue el más tragón, desde por la mañana la cocina no paró de hacer tostadas y el tomate; el queso rallado corría por las mesas haciendo las delicias de los más glotones.
En resumen, una de las mejores semanas que nunca olvidaremos, sobre todo al segundo grupo que le bautizamos como los alimocheros, por el interés mostrado por esta especie y su deseo de observarla cada mañana en nuestras rutas por el parque.
Hasta pronto
Preciosas fotos. No dejeis de visitar la galería de exposición